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Adicción al ejercicio: cuando la pasión se convierte en un riesgo para el cuerpo y la mente.
- 22/09/2025
- Posted by: Graffi Brunoro Elena
- Category: Artículos
Cuando se habla de adicción, pensamos inmediatamente en sustancias nocivas como las drogas, el alcohol o los cigarrillos. ¿Sabías que también puede existir una adicción al ejercicio físico?
Esta, conocida también como exercise addiction, es una adicción comportamental caracterizada por un compromiso compulsivo con cualquier forma de ejercicio físico, a pesar de las consecuencias negativas.
El atleta, por lo tanto, se entrena de manera obsesiva y excesiva, al punto de experimentar malestar después de solo 24-36 horas de inactividad. Este comportamiento tiene graves repercusiones en la calidad de su vida.
Señales y consecuencias de la adicción al ejercicio físico
Quien sufre de exercise addiction tiene una necesidad incontrolable de entrenar (craving), y presenta síntomas de abstinencia en caso de que el ejercicio físico se interrumpa.
Otro mecanismo que se establece es la tolerancia: el atleta aumenta progresivamente la frecuencia y duración del entrenamiento, porque los ritmos que al principio le resultaban satisfactorios, con el tiempo se vuelven insuficientes.
Este estado tiene repercusiones a nivel físico, con daños relacionados con el sobreentrenamiento. Por ejemplo, es muy probable que aparezcan lesiones recurrentes, una sensación persistente de cansancio, debilitamiento del sistema inmunológico, así como ansiedad, irritabilidad, trastornos del sueño e insatisfacción corporal.
Además del malestar físico, es importante recordar también el impacto social y relacional: el enfoque excesivo en el entrenamiento conlleva inevitablemente aislamiento social, dificultades laborales y deterioro de las relaciones interpersonales.
Señales y consecuencias de la adicción al ejercicio físico
Quien sufre de exercise addiction tiene una necesidad incontrolable de entrenar (craving), y presenta síntomas de abstinencia en caso de que el ejercicio físico se interrumpa.
Otro mecanismo que se establece es la tolerancia: el atleta aumenta progresivamente la frecuencia y duración del entrenamiento, porque los ritmos que al principio le resultaban satisfactorios, con el tiempo se vuelven insuficientes.
Este estado tiene repercusiones a nivel físico, con daños relacionados con el sobreentrenamiento. Por ejemplo, es muy probable que aparezcan lesiones recurrentes, una sensación persistente de cansancio, debilitamiento del sistema inmunológico, así como ansiedad, irritabilidad, trastornos del sueño e insatisfacción corporal.
Además del malestar físico, es importante recordar también el impacto social y relacional: el enfoque excesivo en el entrenamiento conlleva inevitablemente aislamiento social, dificultades laborales y deterioro de las relaciones interpersonales.
¿Por qué se desarrolla esta adicción?
Durante la actividad física, nuestro cerebro libera sustancias que nos hacen sentir mejor, y precisamente estas podrían ser en parte responsables.
Podemos mencionar la dopamina, que nos hace sentir placer y satisfacción; la serotonina, que ayuda a reducir los síntomas depresivos; y las endorfinas, que disminuyen la percepción del dolor y generan una sensación de euforia.
La liberación de estas sustancias, por lo tanto, provoca una reducción del estrés y una sensación general de bienestar. Esto juega un papel fundamental en la adicción, especialmente cuando la persona no conoce otras formas funcionales de experimentar bienestar y, en consecuencia, considera el ejercicio físico como la única manera de afrontar el estrés y las tensiones.
Los diferentes tipos de deportes están asociados a una distinta vulnerabilidad a la adicción al ejercicio. En particular, quienes practican deportes de resistencia parecen estar más expuestos a este riesgo. En la población general, en cambio, esta condición es menos común.
Salir de la adicción: la conciencia como punto de partida
En este caso, es importante que el atleta tome conciencia del problema, motivándolo a actuar para resolverlo. Solo después de esto se pueden identificar y corregir los pensamientos disfuncionales. Por ejemplo, es fundamental hacerle entender que el ejercicio físico es beneficioso para el cuerpo, pero no cuando se realiza de forma obsesiva.
Una vez que el atleta está motivado, se puede recurrir a la psicoterapia. En particular, la TCC (terapia cognitivo-conductual) permite reconocer los comportamientos disfuncionales y desarrollar estrategias alternativas para evitar que se repitan. Además, es fundamental saber cómo gestionar posibles recaídas: estas forman parte del proceso de recuperación, y como tales deben afrontarse sin culpa.
Hacer actividad física es fundamental: tiene numerosos beneficios para el cuerpo, representa una oportunidad para relajarse y socializar, y puede impulsar hacia grandes logros. Pero si no se gestiona con conciencia, corre el riesgo de convertirse en un arma de doble filo. ¡Reconocer las señales de adicción y sobreentrenamiento es esencial para mantener el deporte sano y placentero para los atletas!
A cargo de
Alessandro Bargnani | CEO Psicologos Deportios Oficial
Referencias:
American Psychiatric Association, D. S., & American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders: DSM-5 (Vol. 5). Washington, DC: American psychiatric association
Back, J., Josefsson, T., Ivarsson, A., & Gustafsson, H. (2021). Psychological risk factors for exercise dependence. International Journal of Sport and Exercise Psychology, 19(4), 461–472. https:// doi.org/10.1080/1612197X.2019.1674902
Di Lodovico, L., Poulnais, S., & Gorwood, P. (2019). Which sports are more at risk 85 of physical exercise addiction: A systematic review. Addictive Behaviors, 93, 257– 262. doi:10.1016/j.addbeh.2018.12.030
DE COVERLEY VEALE, DMW (1987), Dependencia del ejercicio físico. British Journal of Addiction, 82: 735-740. https://doi.org/10.1111/j.1360-0443.1987.tb01539.x