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Música y movimiento: un binomio para mejorar el rendimiento físico
- 29/09/2025
- Posted by: Graffi Brunoro Elena
- Category: Artículos
La música representa un elemento cada vez más presente en el mundo del deporte, no solo como acompañamiento, sino como una verdadera herramienta capaz de influir en el rendimiento atlético. Numerosas investigaciones científicas han demostrado que escuchar música durante la actividad física puede mejorar varios aspectos relacionados con la prestación deportiva, desde la motivación hasta la percepción del esfuerzo, pasando por la coordinación motora y la respuesta fisiológica.
La música actúa en varios niveles durante la actividad física. En primer lugar, el ritmo musical puede sincronizarse con el movimiento, mejorando la coordinación y la eficiencia energética. El efecto “estimulante” de la música es especialmente evidente en actividades de ejercicio aeróbico y de resistencia, donde la música ayuda a mantener un ritmo constante y a prolongar la duración de la actividad. Además, la música puede actuar como distractor, desviando la atención de la fatiga y del malestar físico, especialmente durante ejercicios de baja y media intensidad (Terry et al., 2020; Suica et al., 2020).
Impacto psicológico y emocional de la música en el atleta
Otro aspecto importante es la influencia de la música en el estado emocional y psicológico del atleta. La música puede modular el arousal, es decir, el nivel de activación fisiológica y mental, ayudando a alcanzar un estado óptimo para el rendimiento. Puede estimular la motivación antes y durante el entrenamiento, o bien calmar la ansiedad y favorecer la concentración en situaciones de estrés competitivo (Karageorghis & Priest, 2016).
La elección de la música es fundamental: las canciones preferidas por el atleta tienden a potenciar más los beneficios, mejorando el ánimo, la sensación de poder y la voluntad de esforzarse (Eliakim et al., 2021). Además, la música estimula el sistema nervioso central, aumentando la activación motora y el umbral de fatiga neuromuscular, con la consiguiente mejora de la fuerza y la resistencia muscular (Eliakim et al., 2021). Estos efectos están respaldados también por estudios que muestran un aumento de la actividad de las áreas cerebrales involucradas en el control motor durante la escucha de música sincronizada con el movimiento (Eliakim et al., 2021).
Límites y variabilidad de los efectos de la música en el deporte
Sin embargo, no todas las investigaciones coinciden en la eficacia de la música en el deporte. Algunos estudios, especialmente en contextos de ejercicio breve y de alta intensidad, han evidenciado efectos mínimos o nulos en el rendimiento atlético (Carroll, 2022). Estos resultados pueden depender de varios factores, entre ellos la duración de la escucha, el tipo de ejercicio, la selección musical y la subjetividad del atleta. Por ejemplo, la música parece tener un impacto mayor durante ejercicios de resistencia que en esfuerzos cortos y máximos (Suica et al., 2020). Además, el efecto motivacional y de mejora del rendimiento es más marcado cuando la música es elegida por el propio atleta, en comparación con canciones impuestas (Eliakim et al., 2021). Algunas federaciones deportivas también han prohibido el uso de auriculares durante las competiciones por motivos de seguridad, limitando la aplicación práctica de los efectos positivos de la música en competición.
Un aliado valioso en el entrenamiento y la recuperación
A pesar de estas limitaciones, la música sigue siendo una herramienta valiosa para el entrenamiento y la preparación mental de los deportistas. Contribuye a mejorar la calidad del entrenamiento, favoreciendo una mayor adherencia a la actividad física a largo plazo y una experiencia más gratificante (Karageorghis & Priest, 2016). Además, la música puede utilizarse también en la fase de recuperación, con canciones relajantes que ayudan a reducir la tensión muscular y a favorecer la relajación psicofísica post-entrenamiento (Apunts Sports Medicine). El uso consciente de la música, integrado en programas de entrenamiento personalizados, puede por tanto representar un soporte eficaz para optimizar el rendimiento deportivo y el bienestar general del atleta.
En conclusión, la música ejerce una influencia multidimensional en el rendimiento deportivo, actuando sobre aspectos fisiológicos, psicológicos y motores. Mejora la motivación, la coordinación, la percepción del esfuerzo y la respuesta neuromuscular, con efectos particularmente evidentes durante ejercicios de resistencia y actividades a ritmo constante. La elección de la música y el contexto de uso son factores clave para maximizar los beneficios. A pesar de algunas evidencias contradictorias, la literatura científica apoya el uso estratégico de la música como herramienta para potenciar el rendimiento atlético y mejorar la experiencia deportiva.
A cargo de Giovanni Pauletta
Alessandro Bargnani | CEO Psicologos Deportios Oficial
Referencias:
Carroll, D. L. (2022). El efecto de la música en el rendimiento atlético. Programa de Becarios McNair de la Universidad de Harding.
Eliakim, M., et al. (2021). La influencia de la preferencia musical en las respuestas al ejercicio y el rendimiento.
Karageorghis, C. I., & Priest, D.-L. (2016). La música en el deporte y el ejercicio: actualización en la investigación y la aplicación.
Suica, Z., et al. (2020). Efectos psicofisiológicos de diferentes tempos musicales durante ejercicios de resistencia y de alta intensidad.
Terry, P. C., et al. (2020). Efectos de la música en el ejercicio y el deporte: una revisión metaanalítica. Psychology of Sport and Exercise, 48, 101–123.