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Parado en el mejor momento: el bloqueo en la competición
- 25/08/2025
- Posted by: Graffi Brunoro Elena
- Category: Artículos
Muchos atletas, tanto aficionados como profesionales, reportan una notable diferencia entre el rendimiento logrado en el entrenamiento y el que muestran en competición. Durante las sesiones de entrenamiento, el atleta se muestra seguro, eficiente y técnicamente efectivo. Sin embargo, en competición, el rendimiento cae drásticamente, las habilidades parecen desaparecer y la confianza disminuye. Este fenómeno, conocido como bloqueo en la competición, es ampliamente estudiado en el ámbito de la psicología del deporte y puede entenderse mediante el análisis de factores cognitivos, emocionales y motivacionales.
¿Qué es el bloqueo en la competición?
El bloqueo en la competición se define como la incapacidad del atleta para reproducir en un contexto competitivo las habilidades técnicas y tácticas consolidadas durante el entrenamiento. Las causas son predominantemente psicológicas e incluyen ansiedad por el rendimiento, miedo al error, baja confianza en sí mismo, presión excesiva (interna o externa) y una regulación emocional deficiente. Este estado compromete la fluidez de la ejecución, la capacidad de decisión y la claridad mental. El fenómeno puede afectar a atletas de todos los niveles y disciplinas. Incluso el tenista Andy Murray ha contado haber experimentado episodios de bloqueo mental en los momentos decisivos de los torneos, afirmando que, a pesar de estar en perfecta forma física, la ansiedad le hacía sentirse “con las piernas bloqueadas” y con “el cerebro apagado”, impidiéndole expresar su juego habitual.
Bases científicas del fenómeno
Uno de los principales modelos teóricos que explican el bloqueo en la competición es la ley de Yerkes-Dodson (1908), según la cual existe una relación en forma de U invertida entre el nivel de activación psicofisiológica (arousal) y el rendimiento. Una activación moderada optimiza la performance, mientras que niveles demasiado bajos o excesivamente altos pueden generar un empeoramiento significativo. En situaciones competitivas, el arousal tiende a superar el umbral funcional, generando un “cortocircuito” atencional y ejecutivo. Este modelo ha sido confirmado también por estudios recientes que han evidenciado cómo la ansiedad por el rendimiento es uno de los principales predictores de la disminución del rendimiento en competición (Craft et al., 2003).
Otro aspecto crucial es la motivación. La motivación intrínseca (ej. placer del juego, deseo de crecimiento personal) se asocia con un rendimiento más constante y resiliente. En cambio, la motivación extrínseca (ej. búsqueda de premios, reconocimientos, aprobación) puede acentuar la ansiedad y aumentar la vulnerabilidad al bloqueo (Deci & Ryan, 2000). Estudios como el de Robazza y Bortoli (2007) han mostrado además que la percepción de control sobre las propias emociones y la capacidad de atribuir un significado positivo a la experiencia competitiva son factores protectores contra el bloqueo en la competición.
Factores psicológicos que influyen en el rendimiento
Numerosos estudios han evidenciado los siguientes factores críticos en la determinación de la calidad del rendimiento deportivo en competición:
- Ansiedad por el rendimiento: miedo a no cumplir las expectativas (propias o ajenas), que puede manifestarse con síntomas físicos (taquicardia, temblores) y cognitivos (pensamientos intrusivos, autodevaluación). Un estudio de Mesagno, Marchant y Morris (2008) demostró que la ansiedad anticipatoria suele estar asociada a un empeoramiento de la coordinación motora y a errores técnicos.
- Miedo al error: conlleva un excesivo control motor, que interfiere con la automatización de los gestos técnicos. Este fenómeno, conocido también como “parálisis por análisis” (paralysis by analysis), fue bien documentado por Beilock y Carr (2001), quienes evidenciaron cómo la atención excesiva a los detalles del movimiento puede comprometer la fluidez de la acción.
- Falta de confianza en uno mismo: baja percepción de autoeficacia y baja autoestima limitan la disposición a enfrentar situaciones desafiantes. Bandura (1997) subrayó cómo la autoeficacia es uno de los principales predictores de resiliencia y capacidad de recuperación tras un error.
- Presión externa e interna: las expectativas de entrenadores, padres, compañeros de equipo o del público pueden aumentar el estrés. En particular, un estudio de Gucciardi et al. (2010) evidenció que la presión social puede incrementar la probabilidad de “choking” (bloqueo) en los momentos decisivos.
- Mala gestión emocional: la dificultad para regular emociones como la ira, la frustración o el miedo compromete la concentración y el rendimiento. Programas de entrenamiento psicológico basados en técnicas de mindfulness e imaginación (imagery) se han mostrado eficaces para mejorar la gestión emocional y la performance en competición (Birrer, Röthlin & Morgan, 2012).
Estrategias de intervención y prevención
A la luz de estas evidencias, la psicología del deporte propone diversas intervenciones para prevenir y manejar el bloqueo en la competición. Entre las estrategias más eficaces se encuentran el entrenamiento mental, la visualización, el establecimiento de objetivos (goal setting), el uso de técnicas de relajación y la reestructuración cognitiva de pensamientos disfuncionales. Un enfoque integrado que involucre a atletas, entrenadores y, cuando sea necesario, a las familias, puede favorecer la construcción de un ambiente de apoyo y crecimiento, reduciendo la presión y valorizando la motivación intrínseca. Además, la promoción de la autoeficacia y la resiliencia, junto con el entrenamiento en gestión emocional, representan herramientas fundamentales para ayudar al atleta a expresar su potencial incluso en los momentos de mayor presión.
Conclusiones
El bloqueo en la competición representa uno de los desafíos más complejos y fascinantes de la psicología del deporte. Comprender sus causas e intervenir sobre los factores psicológicos que lo determinan es fundamental para permitir a los atletas expresar al máximo sus capacidades también en contextos competitivos. La investigación científica confirma que la preparación mental es tan importante como la física y técnica: sólo a través de un trabajo integrado sobre motivación, gestión emocional y autoeficacia es posible superar el bloqueo en la competición y alcanzar la excelencia deportiva.
A cargo de Giovanni Pauletta
Alessandro Bargnani | CEO Psicologos Deportios Oficial
Referencias:
- Beilock, S. L., & Carr, T. H. (2001). On the fragility of skilled performance: What governs choking under pressure? Journal of Experimental Psychology: General, 130(4), 701–725.
- Birrer, D., Röthlin, P., & Morgan, G. (2012). Mindfulness to enhance athletic performance: Theoretical considerations and possible impact mechanisms. Mindfulness, 3, 235–246.
- Craft, L. L., Magyar, T. M., Becker, B. J., & Feltz, D. L. (2003). The relationship between the Competitive State Anxiety Inventory-2 and sport performance: A meta-analysis. Journal of Sport and Exercise Psychology, 25(1), 44–65.
- Deci, E. L., & Ryan, R. M. (2000). The “what” and “why” of goal pursuits: Human needs and the self-determination of behavior. Psychological Inquiry, 11(4), 227–268.
- Gucciardi, D. F., Longbottom, J. L., Jackson, B., & Dimmock, J. A. (2010). Experienced golfers’ perspectives on choking under pressure. Journal of Sport and Exercise Psychology, 32(1), 61–83.
- Mesagno, C., Marchant, D., & Morris, T. (2008). A pre-performance routine to alleviate choking in “choking-susceptible” athletes. The Sport Psychologist, 22(4), 439–457.
- Robazza, C., & Bortoli, L. (2007). Perceived impact of anger and anxiety on sporting performance in rugby players. Psychology of Sport and Exercise, 8(6), 875–896.
- Yerkes, R. M., & Dodson, J. D. (1908). The relation of strength of stimulus to rapidity of habit-formation. Journal of Comparative Neurology and Psychology, 18, 459–482.