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Gestiòn de las emociones: el papel del entrenamiento autògeno
- 16/06/2025
- Posted by: delmondo imperatore
- Category: Artículos
El papel de las emociones en el rendimiento deportivo Además de en la vida cotidiana, las emociones juegan un papel crucial también en el rendimiento deportivo. De hecho, las emociones influyen en subcomponentes como la percepción, la atención, la memoria, la toma de decisiones y el juicio, lo que impacta positivamente en el rendimiento deportivo (Ma, 2025). En este sentido, emociones como la felicidad y la excitación se consideran favorables para el rendimiento deportivo, ya que contribuyen a una concentración funcional y facilitan la automatización de los movimientos. Por el contrario, emociones como la ansiedad y la ira son percibidas por los atletas como obstáculos para su rendimiento (Vast et al., 2009). Por ejemplo, niveles disfuncionales de ansiedad (Kadwe, 2019; Bukhari et al., 2021) han mostrado una influencia negativa en el rendimiento deportivo. Sin embargo, las emociones desagradables, como la ansiedad y la ira, y las agradables, como la felicidad y la excitación, no pueden considerarse en sí mismas como “funcionales” o “disfuncionales” en términos absolutos. Más que “positivas o negativas”, generalmente se puede hacer referencia a las emociones definiéndolas como “funcionales” o “disfuncionales”, “agradables” o “desagradables”. Varios modelos, partiendo de esta distinción, han intentado explicar cómo las emociones influyen en el rendimiento, teniendo en cuenta su funcionalidad percibida más que solo su valencia. Entre estos, el modelo de las Zonas de Funcionamiento Óptimo (IZOF) de Hanin representa uno de los enfoques más conocidos y utilizados (Jokela & Hanin, 1999). Considerando la influencia que tienen las emociones sobre el rendimiento deportivo, el papel de la regulación emocional resulta fundamental.
La gestión emocional en el rendimiento deportivo Por regulación emocional se entienden los “procesos, tanto intrínsecos como extrínsecos, mediante los cuales se generan, monitorean, evalúan y modifican las reacciones emocionales de un individuo con el fin de alcanzar sus objetivos” (Thompson, 1994). En el contexto deportivo, regular los propios estados emocionales resulta crucial para alcanzar el rendimiento óptimo: estrategias eficaces de regulación emocional ayudan a los atletas, por ejemplo, a gestionar la ansiedad (Schäfer et al., 2016) y adaptarse a las presiones de la competencia (Crawford et al., 2021). Del mismo modo, los atletas con mayores dificultades para gestionar sus emociones o que emplean estrategias disfuncionales presentan, directa o indirectamente, un menor rendimiento (Wagstaff, 2014; Tamminen et al., 2025). Por lo tanto, aprender a gestionar eficazmente las propias emociones tiene un papel central en el rendimiento deportivo. Diversas técnicas han demostrado ser eficaces para ayudar a individuos y atletas a gestionar sus emociones, como el entrenamiento autógeno, el mindfulness (Hill & Updegraff, 2011), la visualización (Pile et al., 2021) y el neurofeedback (Li et al., 2025).
El entrenamiento autógeno El entrenamiento autógeno, desarrollado por el médico alemán Johannes Heinrich Schultz en los años 30 (Schultz, 1932), es una técnica de relajación pasiva basada en la autosugestión. A través del uso de fórmulas mentales específicas, permite alcanzar un estado de profunda distensión, estimulando el sistema nervioso parasimpático. Este proceso produce efectos fisiológicos como la reducción de la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la tensión muscular, acompañados de una sensación de calma mental. En el contexto deportivo, el entrenamiento autógeno resulta particularmente útil para mejorar el rendimiento, gracias a su eficacia en regular la activación, gestionar la ansiedad competitiva y favorecer la concentración. Además, favorece el estado de “flow”, optimizando la ejecución técnica y el rendimiento general. Más allá de la fase preparatoria para la competición, esta técnica también encuentra aplicación en la recuperación postentrenamiento: favorece la relajación muscular, mejora la calidad del sueño y contribuye a prevenir lesiones por sobrecarga.
Conclusión En el panorama del rendimiento deportivo moderno, donde las diferencias a nivel técnico y físico son cada vez más sutiles, el componente psicológico puede representar una ventaja competitiva decisiva. Las emociones, por su capacidad de influir en la atención, la percepción, las decisiones y el comportamiento motor, desempeñan un papel clave en el rendimiento. Comprender y regular las propias emociones se vuelve por tanto esencial no solo para evitar caídas de rendimiento, sino también para acceder a todo el propio potencial. Técnicas como el entrenamiento autógeno, junto con otras herramientas de regulación emocional, ofrecen a los atletas recursos concretos para mejorar su rendimiento, favorecer la recuperación y apoyar su crecimiento personal. En definitiva, entrenar la mente y las emociones hoy en día es tan imprescindible como entrenar el cuerpo.
Por Diego Di Russo y Giovanni Pauletta. Alessandro Bargnani | CEO Psicologos Deportivos Oficial
Referencias:
Bukhari, F. K., Fahd, S., Tahira, R., & Yaseen, M. (2021). Impact of sports anxiety on sports performance of players. Pakistan Journal of Humanities and Social Sciences, 9(3). https://doi.org/10.52131/pjhss.2021.0903.0163
Crawford, A., Tripp, D. A., Gierc, M., & Scott, S. (2021). The influence of mental toughness and self-regulation on post-season perceptions in varsity athletes. Journal of American College Health, 71(4), 1036–1044. https://doi.org/10.1080/07448481.2021.1920596
Hill, C. L. M., & Updegraff, J. A. (2011). Mindfulness and its relationship to emotional regulation. Emotion, 12(1), 81–90. https://doi.org/10.1037/a0026355
Jokela, M., & Hanin, Y. L. (1999). Does the individual zones of optimal functioning model discriminate between successful and less successful athletes? A meta-analysis. Journal of Sports Sciences, 17(11), 873–887. https://doi.org/10.1080/026404199365434
Kadwe, M.D. (2019). Anxiety and athletic performance. International journal of physical education, sports and health, 6, 163-167.
Li, Y., Li, S., Li, H., Tang, Y., & Zhang, D. (2025). fNIRS neurofeedback facilitates emotion regulation: Exploring individual differences over the ventrolateral prefrontal cortex. NeuroImage, 308, 121079. https://doi.org/10.1016/j.neuroimage.2025.121079
Ma, C. (2025). How does emotion impact sports performances? Lecture Notes in Education Psychology and Public Media, 83(1), 1–5. https://doi.org/10.54254/2753-7048/2024.20524
Pile, V., Williamson, G., Saunders, A., Holmes, E. A., & Lau, J. Y. F. (2021). Harnessing emotional mental imagery to reduce anxiety and depression in young people: an integrative review of progress and promise. The Lancet Psychiatry, 8(9), 836–852. https://doi.org/10.1016/s2215-0366(21)00195-4
Schäfer, J. Ö., Naumann, E., Holmes, E. A., Tuschen-Caffier, B., & Samson, A. C. (2016). Emotion Regulation Strategies in Depressive and Anxiety Symptoms in Youth: A Meta-Analytic Review. Journal of Youth and Adolescence, 46(2), 261–276. https://doi.org/10.1007/s10964-016-0585-0
Schultz, J. H. (1932). Das autogene Training: Konzentrative Selbstentspannung. Stuttgart: Thieme.
Tamminen, K. A., Bonk, D., Milne, M., & Watson, J. C. (2025). Emotion dysregulation, performance concerns, and mental health among Canadian athletes. Scientific Reports, 15(1). https://doi.org/10.1038/s41598-025-86195-5
Thompson, R. A. (1994). Emotion regulation: A theme in search of definition. Monographs of the Society for Research in Child Development, 59(2‐3), 25–52.
Vast, R. L., Young, R. L., & Thomas, P. R. (2009). Emotions in sport: Perceived effects on attention, concentration, and performance. Australian Psychologist, 45(2), 132–140. https://doi.org/10.1080/00050060903261538
Wagstaff, C. R. D. (2014). Emotion regulation and sport performance. Journal of Sport and Exercise Psychology, 36(4), 401–412. https://doi.org/10.1123/jsep.2013-0257