Teoría del objetivo de logro (Nicholls, 1989)

La Teoría del objetivo de Logro (Nicholls, 1989), es una teoría que ofrece una clave para entender cómo un entrenador puede influir en el clima motivacional de un deportista, dirigiéndolo en dos direcciones distintas: tarea (hacia el dominio) o ego (hacia el rendimiento).

Cuando un entrenador crea un clima motivacional orientado a la tarea, el deportista se ve empujado a centrarse en el dominio de las habilidades y la superación personal. Este tipo de motivación intrínseca conduce a mayores niveles de placer y disfrute en la actividad deportiva, ya que el deportista se centra en la consecución de objetivos personales y significativos. La satisfacción deriva del progreso y el crecimiento personales, más que de la comparación con los demás.

Por otra parte, un clima motivacional orientado al ego hace hincapié en la comparación social y en la demostración de las propias capacidades en relación con los demás. En este contexto, el deportista está motivado principalmente por factores extrínsecos, como el reconocimiento y la superación de los adversarios. Esta orientación puede estar asociada a niveles más altos de ansiedad, ya que aumenta la presión por demostrar su valía. El deportista puede sentirse constantemente bajo escrutinio, preocupado por no estar a la altura de las expectativas o fracasar en comparación con los demás (Agans, Su & Ettekal, 2018).

La relación con la ansiedad rasgo y la inteligencia emocional

Existe una relación directa entre la ansiedad rasgo en los deportes individuales y la orientación a la tarea adoptada por los deportistas de ambos sexos. Los individuos con una personalidad más propensa a la ansiedad tienden a percibir la competición en deportes individuales como especialmente estresante. En respuesta a este estrés, pueden adoptar una orientación hacia la tarea como estrategia de afrontamiento. Este enfoque les permite centrarse en la superación personal y en la consecución de objetivos intrínsecos, más que en la confrontación con los adversarios.

Los deportistas que poseen una buena gestión emocional suelen ser más propensos a adoptar una orientación hacia la tarea. Esta capacidad emocional les permite centrarse en recompensas internas, como la satisfacción personal y la sensación de logro, en lugar de las presiones externas y la necesidad de superar a los demás.

De hecho, se ha encontrado una correlación significativa entre la orientación a la tarea y la inteligencia emocional (IE).

Según el estudio de Castro-Sánchez et al. (2018), los deportistas con alta inteligencia emocional son más propensos a estar orientados a la tarea, utilizando sus habilidades emocionales para gestionar el estrés y mejorar su rendimiento. Este vínculo entre inteligencia emocional y orientación a la tarea enfatiza la importancia de la gestión emocional en la consecución de objetivos deportivos en contextos individuales, donde la ansiedad puede tener un impacto significativo en el rendimiento.

La literatura sobre el rendimiento deportivo de alto nivel muestra que los deportistas de éxito tienden a mantener un enfoque predominantemente orientado a la tarea, evitando distraerse con pensamientos relacionados con posibles resultados negativos. Según Golby, Sheard y Lavallee (2003), esta capacidad para centrarse en la superación personal y el logro de objetivos específicos, en lugar de preocuparse por las consecuencias del fracaso, es una característica definitoria de los deportistas que alcanzan y mantienen un alto rendimiento.

Esta mentalidad les permite gestionar mejor la presión y el estrés asociados a la competición, reduciendo el riesgo de que la ansiedad y las dudas interfieran en su rendimiento. Al centrarse en los aspectos controlables de su actividad deportiva, estos atletas consiguen mantener un alto nivel de eficacia y mejorar constantemente sus habilidades, sin verse obstaculizados por pensamientos negativos o preocupaciones por el resultado final.

Editado por la Dra. Emma Benini y el Dr. Andrea Testolin

Dr. Alessandro Bargnani | CEO CISSPAT Lab

Bibliografía 

Nicholls, J.G. (1989) The competitive ethos and democratic education. Harvard University Press.

Agans, J.P., Su, S., Ettekal, A.V. (2018) Peer motivational climate and character development: testing a practitioner-developed youth sport model. Journal of adolescence, 62: 108-115.

Cástro-Sanchez, M., Zurita-Ortega, F., Chacón-Cuberos, R., López-Guetiérrez, C.J., Zafra-Santos, E (2018) Emotional Intelligence, Motivational CLimate and Levels of Anxiety in Athletes from Different Categories of Sports: Analysis through Structural Equations. International Journal of EnvironmentaL Research and Public Health, 15(5): 894

Golby, J., Sheard, M., & Lavallee, D. (2003). A cognitive-behavioral analysis of mental toughness in national rugby league football teams. Perceptual and Motor Skills, 96: 455-462.