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ENTRENAMIENTO AUTÓGENO: BENEFICIOS PARA LOS DEPORTISTAS
- 05/05/2025
- Posted by: Graffi Brunoro Elena
- Category: Artículos
En el panorama del deporte contemporáneo, donde la preparación atlética y técnica ha alcanzado niveles altísimos de especialización, crece cada vez más la atención hacia los recursos psicológicos del atleta. En particular, el entrenamiento autógeno representa una herramienta eficaz y versátil que puede acompañar al deportista en todas las fases de su recorrido: desde la preparación hasta la competición, pasando por la recuperación tras unentrenamiento y la rehabilitación después de una lesión.
El entrenamiento autógeno, desarrollado por el médico alemán Johannes Heinrich Schultz,es una técnica de relajación basada en la autossugestión, que permite a la persona alcanzar,mediante fórmulas mentales específicas, un estado de distensión profunda. La prácticaregular del entrenamiento autógeno estimula el sistema nervioso parasimpático,promoviendo una reducción de la frecuencia cardíaca, de la presión arterial y de la tensión
muscular. Este estado fisiológico de relajación se acompaña de una sensación de calmamental que favorece la concentración, la regulación emocional y la recuperación de la energía psicofísica.
En el contexto deportivo, la eficacia del entrenamiento autógeno se manifiesta en diferentes ámbitos. En primer lugar, su utilidad para mejorar el rendimiento ha sido evidenciada por diversos estudios que muestran cómo los atletas, a través de la práctica constante, logran gestionar mejor la ansiedad competitiva, regular el nivel de activación (arousal) y aumentar la capacidad atencional. Alcanzar un estado de calma vigilante antes de la competición permite al deportista entrar en el denominado estado de flow, optimizando la ejecución técnica y el rendimiento general. La mayor conciencia del propio cuerpo y de las sensaciones internas permite además una lectura más precisa de los estímulos externos, lo cual representa una ventaja competitiva importante en muchas disciplinas.
Pero el valor del entrenamiento autógeno no se limita a la preparación mental para la competición. Otro ámbito en el que esta técnica encuentra amplio uso es la recuperación post-entrenamiento. El atleta sometido a cargas intensas necesita tiempos y modalidades adecuadas para regenerar el organismo y prevenir sobrecargas o lesiones. En este sentido, el entrenamiento autógeno se configura como una estrategia eficaz para reducir el estrés fisiológico acumulado, favorecer la relajación muscular y mejorar la calidad del sueño, elemento fundamental para la recuperación. La posibilidad de relajarse profundamente en tiempos relativamente breves permite al deportista afrontar mejor las siguientes sesiones, preservando energía y lucidez mental. Algunas investigaciones han subrayado cómo la inclusión del entrenamiento autógeno dentro de la rutina semanal puede contribuir a reducir la percepción de la fatiga y a mejorar la resiliencia frente a los estímulos estresantes típicos del alto rendimiento.
Otro ámbito de aplicación, quizás menos conocido pero de gran relevancia, se refiere a la rehabilitación psicológica y física tras una lesión. Las lesiones representan momentos críticos en la vida del deportista, no solo por el impacto físico, sino también por las repercusiones psicológicas: sensación de frustración, miedo al regreso, disminución de la motivación y, en algunos casos, verdaderos estados depresivos. Durante el periodo de pausa forzada, el entrenamiento autógeno puede convertirse en un aliado importante, ayudando al atleta a mantener un contacto positivo con su cuerpo y a afrontar de manera más serena la fase de rehabilitación. El efecto relajante y analgésico de la práctica, unido a la posibilidad de reducir el estrés y las preocupaciones relacionadas con la vuelta, permite sostener al deportista también a nivel emocional. Además, si se integra con ejercicios de imaginación motora (motor imagery), el entrenamiento autógeno puede contribuir a mantener vivo el vínculo con el gesto técnico y con la identidad deportiva del atleta, reduciendo el riesgo de un alejamiento psicológico del deporte.
En conclusión, el entrenamiento autógeno se presenta como una técnica sencilla pero poderosa, capaz de acompañar al deportista en las fases fundamentales de su experiencia deportiva. No se trata solo de un método de relajación, sino de una auténtica herramienta de autorregulación que permite cultivar un estado de armonía entre cuerpo y mente. En una época en la que la eficacia del rendimiento depende cada vez más del equilibrio entre dimensión física, mental y emocional, el entrenamiento autógeno se confirma como un recurso valioso para promover el bienestar, prevenir el burnout y apoyar el crecimiento del atleta, dentro y fuera del campo.
A carga de Elena Graffi Brunoro
Dr. Alessandro Bargnani | CEO CISSPAT LaB
Bibliografía
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