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MÁS ALLÁ DEL FRACASO: CÓMO TRANSFORMAR LAS DERROTAS EN IMPULSOS HACIA EL ÉXITO
- 11/02/2025
- Posted by: Graffi Brunoro Elena
- Category: Articoli
El fracaso es un aspecto con el que todos, inevitablemente, debemos enfrentarnos en la vida cotidiana.
La frase de Mandela: “Nunca pierdo, o gano o aprendo” nos recuerda que el fracaso no es, y no debería ser, considerado un elemento negativo. Al contrario, representa una valiosa oportunidad para aprender, crecer y mejorar. La clave radica en la manera en que reaccionamos ante nuestros fracasos: si los afrontamos de manera constructiva, viéndolos como oportunidades, podemos transformarlos en una herramienta de crecimiento.
Por el contrario, si los percibimos como derrotas definitivas o permitimos que socaven nuestra confianza, corremos el riesgo de convertirlos en un obstáculo en el camino hacia nuestros objetivos.
El domingo 26 de enero de 2025 se disputó la final del Abierto de Australia, en la que se enfrentaron el italiano Jannik Sinner y el alemán Alexander Zverev. Jannik Sinner triunfó venciendo a Zverev, una gran decepción para el tenista alemán, quien por tercera vez consecutiva perdió una final de Grand Slam. Primero expresó su frustración con gestos de enojo, rompiendo alguna raqueta, y luego, sentado en el banquillo, no pudo contener el llanto. Al percatarse de su estado, Jannik se acercó y lo consoló, mostrando un emocionante gesto de fair play.
Una escena maravillosa, la esencia del deporte.
Si nos centramos en la derrota de Zverev, podemos reflexionar sobre cómo este evento, que muchos considerarían un “fracaso”, puede ser utilizado como un trampolín para alcanzar el éxito, aprovechando los errores cometidos como punto de partida para la mejora. Uno de los primeros pasos es tomar conciencia de que la derrota es el resultado de una actuación deportiva, del modo en que hemos afrontado la competición, de nuestro compromiso y entrega en el juego. Tanto la derrota como la victoria son la consecuencia de un proceso que se construye con todo lo que hacemos antes, durante y a veces incluso después de la competición.
El psicólogo y psicoterapeuta Dario Grigoli plantea la siguiente cuestión: “¿Por qué es importante dar valor a un resultado negativo?”. Asumir la responsabilidad del resultado nos ayuda a liberarnos de una mentalidad fatalista, del victimismo y del sentimiento de injusticia que con frecuencia acompañan la falta de logros. Además, reconocer que nosotros mismos influimos en el resultado nos sitúa en una posición de autodeterminación, permitiéndonos actuar con nuevas energías para influir en nuestro “destino” deportivo.
En este contexto, resulta fundamental enfocarse en lo que no ha funcionado y analizar las causas del fracaso, ya que esto permite desarrollar nuevas estrategias para la futura preparación. Después de una derrota, es útil establecer objetivos realistas y alcanzables, que ayuden a reforzar la confianza y mantener la motivación alta. De hecho, incluso los mejores atletas y equipos, tras una derrota, establecen nuevos objetivos con el fin de lograr un buen rendimiento, más que un buen resultado. Si nos centramos únicamente en el resultado, corremos el riesgo de generar una presión mental que puede llegar a bloquearnos. En cambio, enfocarnos en el desarrollo de una buena actuación competitiva nos sitúa en las condiciones mentales adecuadas para dar lo mejor de nosotros mismos, lo que también representa un excelente antídoto ante el fracaso: sin remordimientos ni rencores.
Compartir los propios sentimientos con entrenadores, compañeros de equipo o familiares es importante, ya que el apoyo externo puede ofrecer nuevas perspectivas y brindar aliento.
Otro factor clave que puede mitigar los efectos negativos del fracaso y reducir el miedo al mismo es la resiliencia. Se conceptualiza como la capacidad de recuperar el nivel normal de funcionamiento tras un evento estresante, como puede ser una derrota. La resiliencia implica la habilidad de levantarse después de un revés. Los atletas resilientes ven los fracasos como temporales y mantienen una mentalidad positiva. Comprender que el progreso no ocurre de la noche a la mañana ayuda a mantenerse motivado y a perseverar, incluso cuando los resultados no son inmediatos.
Por último, es esencial tratarse con amabilidad y evitar ser demasiado duros con uno mismo. La autocrítica excesiva puede aumentar la frustración. Ser compasivo consigo mismo facilita el proceso de superación del fracaso.
A cargo de la Dra. Ferrari Carlotta
Dr. Alessandro Bargnani | CEO CISSPAT Lab
Bibliografía:
Burton, D., Naylor, S., y Holliday, B. (2001). Goal Setting in Sport: Investigating the GoalEffectiveness Paradox. In R. N. Singer, H. A. Hausenblas y C. M. Janelle (Eds.), Handbook of Sport Psychology (2 ed., pp. 497–528). New York, NY: John Wiley and Sons.
Dario Grigoli, 2015, “Cómo transformar la derrota deportiva en éxito”.
Abraldes, J.A., Granero-Gallegos, A., Baena-Extremera, A., Gómez-López, M., Rodríguez-Suárez, N. (2016). Goal orientations, satisfaction, beliefs in sport success and motivational climate in swimmers. Revista Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, 16, 583–599.
Jim Afremow, “The Champion’s Mind: How Great Athletes Think, Train, and Thrive”.
Kristin Neff, “Self-Compassion: The Proven Power of Being Kind to Yourself”.