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Escaparse a la naturaleza: comò los deportes al aire libre nutrieron la mente
- 22/01/2025
- Posted by: Graffi Brunoro Elena
- Category: Articoli
¿Existe una conexión entre la actividad deportiva, el entorno natural y nuestro bienestar psicológico?
Sumergirse en la naturaleza, incluso solo observándola, puede generar un círculo virtuoso: cuanto más nos movemos, mejor nos sentimos, y cuanto mejor nos sentimos, más ganas tenemos de movernos. En otras palabras, caminar, correr, pedalear, escalar o esquiar entre bosques y paisajes naturales nos impulsa a aprovechar nuestro tiempo libre realizando actividades beneficiosas tanto para el cuerpo como para la mente.
Hacer ejercicio en entornos urbanos, rodeados de tráfico, ruido y aire contaminado, difícilmente puede considerarse una experiencia relajante. No es casualidad que, ya en la época de la Revolución Industrial, los urbanistas comprendieran la importancia de crear espacios verdes en medio del concreto, dando origen a los primeros parques urbanos para ofrecer a la población un respiro en el ajetreo de la ciudad. A diferencia de los espacios cerrados, al aire libre el aire que respiramos es generalmente más fresco y limpio, lo que contribuye a nuestra salud. Además, la luz solar estimula la producción de vitamina D, esencial para nuestro organismo, ya que facilita la correcta absorción de calcio y fósforo.
Practicar deporte al aire libre, ya sea correr, montar en bicicleta o nadar, representa un desafío adicional, dado que las condiciones varían constantemente: superficies irregulares, viento, pendientes y descensos. Esto hace que el entrenamiento sea más exigente, aumentando el gasto energético, pero al mismo tiempo permite distraerse más fácilmente de la fatiga y disfrutar de la actividad.
Los beneficios de la actividad física en la naturaleza para la salud mental
Numerosos estudios destacan cómo la actividad física realizada en entornos naturales puede generar beneficios significativos para la salud mental. Al sumergirnos en la naturaleza, nuestro cerebro y cuerpo “perciben” el cambio ambiental y, en consecuencia, entran en un estado de mayor tranquilidad, lo que contribuye a reducir la acumulación de estrés.
El contacto con la naturaleza también se asocia con un aumento de las emociones positivas y una disminución de los síntomas depresivos. Se ha demostrado que estimula la producción de neurotransmisores como la serotonina, conocida por su papel en la regulación del estado de ánimo y la reducción de la ansiedad y la depresión. No en vano, la serotonina es llamada “la hormona de la felicidad”, ya que influye en el equilibrio emocional, el sueño y el apetito. Además, el simple acto de caminar o realizar actividad física al aire libre incrementa la producción de endorfinas, sustancias químicas cerebrales que mejoran nuestro bienestar y reducen la percepción del dolor.
En términos prácticos, el tiempo pasado en entornos naturales disminuye las emociones negativas y potencia las positivas, lo que conlleva una mejora general en nuestro estado psicológico. Por esta razón, muchas personas experimentan una sensación de mayor felicidad, calma y equilibrio después de un paseo por el parque o una excursión en la montaña.
Shinrin-yoku: la terapia del “baño de bosque”
Una práctica japonesa conocida como Shinrin-yoku, o “baño de bosque”, promueve la inmersión consciente en el entorno forestal. Esta terapia se basa en principios científicos que sugieren que pasar más tiempo en la naturaleza puede tener efectos positivos sorprendentes para la salud.
Un conjunto de estudios realizados en 2010 demostró que, tras varias horas en un entorno natural, se observa un incremento en la función inmunológica. Más allá de representar una reconexión con nuestra relación ancestral con la naturaleza, el Shinrin-yoku se fundamenta en evidencias científicas que destacan sus beneficios tangibles para la salud humana. Como se mencionó anteriormente, pasar tiempo en la naturaleza no solo ofrece un descanso de la frenética rutina diaria, sino que también constituye una terapia natural con efectos medibles.
Entre los principales beneficios identificados en esta práctica, se encuentran la reducción del estrés, ya que el contacto con entornos naturales disminuye significativamente los niveles de cortisol, la hormona del estrés, favoreciendo un estado de calma y serenidad. También se ha observado una mejora del estado de ánimo, dado que los paseos en espacios verdes estimulan la secreción de endorfinas, lo que contribuye a mejorar el estado emocional y a reducir síntomas de depresión y ansiedad. La disminución de la presión arterial es otro beneficio relevante, ya que la exposición a entornos boscosos genera efectos positivos en el sistema cardiovascular, ayudando a reducir la presión sanguínea.
Además, se ha comprobado un fortalecimiento del sistema inmunológico, ya que la inhalación de fitoncidas, compuestos orgánicos emitidos por las plantas, potencia la actividad y el número de células inmunitarias, esenciales en la lucha contra infecciones y enfermedades. También se ha observado una mejora de las funciones cognitivas, pues el contacto con la naturaleza reduce la fatiga mental y estimula las capacidades cognitivas, favoreciendo la concentración y la memoria.
Otro aspecto relevante es la reducción de la inflamación, ya que caminar en entornos naturales puede contribuir a mitigar procesos inflamatorios subyacentes en diversas enfermedades crónicas, como la artritis, las enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. Finalmente, el aumento de la energía es otro beneficio clave, dado que la exposición a espacios verdes, combinada con la actividad física moderada de caminar entre los árboles, eleva los niveles de vitalidad y bienestar general.
Conclusión
La naturaleza no es solo un refugio para el cuerpo, sino también para la mente. Si cuidamos nuestro cuerpo practicando deporte en entornos naturales, también le brindamos a nuestra mente un momento de paz y regeneración. Esto demuestra que el contacto con la naturaleza es un auténtico aliado para una vida más equilibrada y feliz.
Sin embargo, recordemos: si no hay otra opción, es mejor hacer actividad física en la ciudad que no hacer ninguna actividad en absoluto.
Por la Dra. Carlotta Ferrari
Dr. Alessandro Bargnani | CEO CISSPAT Lab
Bibliografía
“I benefici delle attività outdoor per la mente e il corpo: scopriamo quali sono”, Trekking e Outdoor, 27 de julio de 2024.
Wicks, C., Barton, J., Orbell, S., & Andrews, L. (2022). Psychological benefits of outdoor physical activity in natural versus urban environments: A systematic review and meta‐analysis of experimental studies. Applied Psychology: Health and Well-Being, 14(3), 1037–1061.
Kaplan, R., & Kaplan, S. (1989). The Experience of Nature: A Psychological Perspective. Cambridge University Press.
Shinrin-yoku (20 de septiembre de 2023).